La suerte de la Cantante – Verónica Mroczek

La Suerte de la Cantante

Otra vez el escenario.

Un par de escalones separan tu verdadero yo del personaje.

Una vez más la eterna pregunta asechando en tu cabeza mientras te aferrás con fuerza al micrófono que te devuelve a la vida.

Cuál es la que dejaste abajo? Cuál es la real? Tal vez las dos lo sean.

Otra vez las luces, el ruido, los gritos y después… la nada.

La música te atraviesa como rayo de tormenta y te transforma en bestia sedienta de almas, de miradas, de halagos… de sexo.

Parada en el centro de aquellas tablas, dejándote seducir por esa guitarra ronca, miraste entre la gente y reconociste a esa mirada como de alma gemela de otras vidas y por primera vez algo caló en vos más hondo que la música y quisiste saltar del escenario para aferrarte a esa sensación mientras te devolvían una sonrisa.

Volteaste la cara para tratar de recuperar el control del show y jugaste un poco con la gente.

Te dejaste excitar por el solo de guitarra hasta abrir la boca para terminar mordiendo tus labios conteniendo la pasión.

Decidiste que era momento de volver a mirarlo.

Con actitud felina volteaste la cabeza lista para el reencuentro… decidida a todo, sin guardar nada… pero ya no estaba ahí.

Buscaste desesperada entre la gente.

Miraste hacia la puerta y lo viste salir con sus manos enredadas en otros cabellos, sonriendo a otros ojos… llevándose tu única esperanza.

Y tuviste que afrontar el hecho de que tu suerte es la de ser tan sólo una cantante. Y que una vez más la vida se te escapa entre esos versos y te deja vacía al bajar por los mismos escalones que te dieron vida minutos atrás.

Tomaste un trago de cerveza amarga mientras escuchabas como ecos lejanos las voces de quienes te dicen siempre los mismos halagos. Sonreíste mientras agachabas la cabeza para agradecer con humildad las palabras que ya no tocan tu alma, ni tu piel.

Y como todas las noches emprendiste el camino de regreso como un espectro que se arrastra en silencio hasta su oscuro camarín.

Veronica Mroczek